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Broche de oro a medio siglo

Víctor Manuel puso el colofón en Gijón a su gira de ’50 años no es nada’

El mierense congregó a 5.000 personas en el Palacio de Deportes en un clima de emoción que se reflejó en el semblante del artista, rodeado de amigos.

En realidad, ya es más de medio siglo el que Víctor Manuel lleva transitado por los escenarios. Se cumplió la conmemoración en 2014, cuando arrancó la gira ’50 años no es nada’ en la inauguración de las fiestas ovetenses de San Mateo. Y, como de buen asturiano nacido es ser agradecido, la conclusión volvió a ser en la noche sabatina de ayer al aire de su tierra, que una vez más le demostró el inmenso cariño y la admiración artística que le profesa congregando en el Palacio de Deportes de Gijón a 5.000 espectadores que abarcaban varias de las generaciones que se han aprendido sus canciones al pie de la letra.

Se advirtió en el semblante del artista, generalmente contenido, esa emoción que viajó del escenario a las gradas y a la pista y desde estas a la voz del mierense, que comenzó el concierto secundado por Ramón Prada, que le acompañaba al acordeón, y con su hija, Marina San José, en los coros. Y lo hizo con un recorrido por algunos clásicos como ‘Danza de San Juan’, ‘La romería’, ‘La sirena’ o ‘El hijo del ferroviario’, para poner el epílogo a ese primer capítulo mediante el estremecimiento y la reivindicación de la memoria que alberga ‘Cómo voy a olvidarme’. «Tengo recuerdos imborrables de este pabellón, donde grabamos ‘Mucho más que dos’ hace veintidós años», se dirigió a un público ya entregado.

Fuente: El comercio de Gijón